NU METAL. Este es uno de los discos que inauguró ese subgénero que alguien bautizó como nu metal. Para muchos, de hecho, puede considerarse como la primera piedra de una moda de la que siempre he pensado que no hay que sentirse muy orgulloso precisamente. Y escuchado este álbum, no puedo más que reafirmarme en mi opinión.
Un estilo deficiente, en mi opinión, por surgir con unas ansias de transformación hipertrofiadas. Que si rap, que si guitarras thrash metal, que si noise, que si susurros en medio de una vorágine vocal que emparentaría con los orcos... Korn aquí tratan de innovar, está claro, y ofrecen una aproximación bastante experimental con sus instrumentos. Ahí están las guitarras de James "Munky" Shaffer o la voz, digamos que personalísima, de Jonathan Davis.
Entonces, ¿por qué no les veo la gracia? Una vez más, y aquí en grado sumo, parecen olvidarse de lo más importante a la hora de presentar tu música al mundo. Me refiero, cómo no, a tener algo que decir y a hacerlo a través de unas canciones que le importen a alguien más allá de tu círculo de amigos. Que tampoco digo que yo tenga razón al despreciarlos por estas dos cosas. Parece claro que el éxito no les ha sido esquivo precisamente. Pues muy bien. Mi enhorabuena, pero lo que es a mis orejas esto no les hace la más mínima gracia.
★☆☆☆☆
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