
Grabaciones de referencia:

- 6 Brandenburgische Konzerte (The English Concert/Trevor Pinnock, 1982)
- Brandenburgische Konzerte/Concerts Brandenbourgeois/Brandenburg Concertos (Amsterdam Baroque Orchestra/Ton Koopman, 1985)
Estos seis conciertos, dedicados a Christian Ludwig, príncipe de Brandenburg-Schwedt, en 1721 son una de las cumbres más altas de la música barroca en toda la plenitud del término. Sin duda, uno de los pináculos eternos de los muchos que nos dejó Bach. Todo este ambiente cortesano se resume claramente en una dedicatoria en la que el compositor titula este ciclo en el francés tan en boga en esos círculos.
Un título que no tiene nada que ver con el de "Conciertos de Brandeburgo", término que podemos atribuir a Philipp Spitta, musicólogo que empezó a usarlo a finales del siglo XIX en la biografía que escribió sobre el maestro. Una denominación que se ha acabado imponiendo, por descriptiva y clara, y que ha llegado a nuestros días como prácticamente la única forma en la que todos nos referimos a este ciclo de conciertos.
Un ciclo musical en el que Bach parece querer demostrar el alcance superlativo de sus capacidades, construyendo cada concierto sobre una agrupación instrumental diferente. Así, en el primero domina la gran orquesta con instrumentos de viento; en el segundo deja el protagonismo para los solistas con instrumentos de dificultad extrema como la trompeta natural en fa (sin pistones ni llaves) o con interpretaciones ultraexigentes al límite de la habilidad humana; el tercero se centra en las cuerdas; el cuarto es un concierto casi pastoral en el violín dialoga con las flautas de manera sublime; el quinto deja casi todo el espacio para el clavicémbalo en lo que sería un precursor de los conciertos de teclado, dejando incluso espacio para lo que muchos musicólogos consideran el primer solo de teclado de la historia; y el sexto y último gira en torno a las cuerdas solemnes y oscuras de la viola y la viola de gamba, y sin violín, algo único en Bach.
En definitiva, todo un catálogo de lo que podía hacer una orquesta al máximo de su expresión. Un crisol de combinaciones, contrapuntos y ejercicios de virtuosismo en grado sumo. Todo lo que era Bach llevado un paso más allá. Con un dominio de la orquesta que no solo no oculta sino que quiere dejar claro en todo momento. Podríamos pensar incluso que con insolencia y falta de humildad.
Luego están las infinitas interpretaciones de esta obra. Unas aproximaciones en las que prima la calidad y entre las que es difícil escoger. Yo me he decantado por dos interpretaciones históricamente informadas (HIP) como son las dirigidas por Trevor Pinnock con The English Concert y por Ton Koopman con The Amsterdam Baroque Orchestra. Dos interpretaciones de características similares en las que prima la fidelidad por el sonido barroco, con instrumentos de la época, bajas afinaciones y una articulación ligera, viva y danzástica.
Si hay alguna diferencia entre ambas, aparte del carácter seminal y pionero de la de Pinnock (se adelantó en tres años a la de Koopman), esta estaría en los mayores ornamentos y el tono algo más festivo del holandés, algo que no puede superar la sobriedad y la nobleza de un Pinnock que definió de manera inapelable cómo debía sonar Bach para toda una generación.
♪♪♪
1. Brandenburgische Konzert (BWV 1046)
1. [no tempo indication]
2. Adagio
3. Allegro
4. Menuet - Trio I - Menuet da capo - Polacca - Menuet da capo - Trio II - Menuet da capo
2. Brandenburgische Konzert (BWV 1047)
1. Allegro moderato
2. Andante
3. Allegro assai
3. Brandenburgische Konzert (BWV 1048)
1. [no tempo indication]
2. Adagio
3. Allegro
4. Brandenburgische Konzert (BWV 1049)
1. Allegro
2. Andante
3. Presto
5. Brandenburgische Konzert (BWV 1050)
1. Allegro
2. Affettuoso
3. Allegro
6. Brandenburgische Konzert (BWV 1051)
1. [no tempo indication]
2. Adagio, ma non tanto
3. Allegro
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