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lunes, 26 de mayo de 2025

La semiótica del horror

Symbolic (Death, 1995)

DEATH METAL TÉCNICO. Si tuviéramos que elegir el disco de Death que más se ajusta a eso de "favorito de la afición", seguramente este sexto trabajo sería el más votado. Algo más que evidente tras una escucha que deja al aire todas sus cualidades. Esa técnica apabullante, esas dinámicas agresivas y más variadas que nunca, ese permitirse jugar con los tempos lentos como nunca antes, y sobre todo el haber conseguido que todo el caos que la banda ha exudado siempre suene más estructurado que nunca.

Unas estructuras aparentemente al borde del colapso, llenas de ritmos truncados y absolutamente heterodoxas para cualquiera ajeno al género, pero sólidas como el acero para el iniciado en estas lides. Todo eso consigue conjurar un hálito de vida, de comprensión en la siempre difícil música de Chuck Schuldiner y los suyos. Y seguro que por eso, por mucho que nos guste la barbarie, acabamos colocando a este Symbolic en lo más alto del pedestal que dedicamos a la banda. 

Que tampoco es tan así en mi caso. Sí, soy de esos que prefieren el Human (1991), pero es una victoria a los puntos y únicamente por la concreción que consiguen ahí merced a unas composiciones más concentradas y directas. Un gusto puramente personal que no debe opacar que tras estos largos desarrollos hay una banda furibunda que hace simplemente lo que tiene que hacer, esto es, lo que les pide el cuerpo. 

Soy consciente de que nada sobra aquí. De que esto es un disco pensado para brillar. Tal vez con la pretensión de ser el cierre para Death. Sí, Chuck Schuldiner ya empezaba a cansarse de todo esto y en estos tiempos ya empezaba a dar forma a lo que sería su siguiente proyecto, Control Denied. Por eso Symbolic siempre me ha sonado a colofón, a obra cumbre. Después vendría otra obra excelsa, pero si este álbum significó lo que significó para la banda y para un público que lo ha hecho parte de su carne es por ese ansia terminal, por ese deseo de legar algo enorme. En definitiva, una obra de arte que nació inmensa y nunca morirá.

1 Symbolic 6:33 ✔
2 Zero Tolerance 4:48 ✔
3 Empty Words 6:22 ✔
4 Sacred Serenity 4:27 ✔
5 1,000 Eyes 4:28 ✔
6 Without Judgement 5:28 ✔
7 Crystal Mountain 5:07 ✔
8 Misanthrope 5:05 ✔
9 Perennial Quest 8:21 ✔

Total length: 50:39

jueves, 15 de mayo de 2025

El lado oscuro de la psique

Individual Thought Patterns (Death, 1993)
 

DEATH METAL TÉCNICO. Nuevo disco y nueva debacle en la formación de Death. Chuck Schuldiner mantiene únicamente a Steve Di Giorgio al bajo y da la bienvenida al sueco Andy LaRocque (King Diamond) a la guitarra y a Gene Hoglan a la batería. Un cambio que vuelve a dar como resultado un  disco fantástico. No sé si será cierto eso de que Death no tiene un disco malo, pero lo que sí es verdad es que Chuck siempre se las apañó para rodearse de los mejores.

Ahondando en ese death metal técnico que prácticamente fundó con el álbum anterior, Schuldiner vuelca aquí toda la tensión y la mala leche que venía arrastrando en una época de enfrentamiento constante. Discográfica, mánagers, ex-componentes del grupo... A Chuck le llovían las hostias por todos los flancos. Y claro, eso se tenía que notar en las letras y la actitud de un disco oscuro y amargo como pocos en su discografía. Un vitriolo que vuelca en unas composiciones hermosas, insolentes y confrontacionales, las cuales se suavizan las micras suficientes con la guitarra melódica, multicromática y superlativa de Andy LaRocque. Una guitarra para la que no hay palabras cuando entra en diálogo con la de Schuldiner sobre la base dura, refulgente y casi tectónica que ofrecen Di Giorgio y Hoglan.

Eso es lo que propone el fastuoso quinto disco de los de Florida. Chispazos de brillantez en medio de la tormenta, solidez interpretativa, composición del más alto nivel y dinámicas siempre sorprendentes y epatantes. Una amalgama estruendosa y envolvente, que te hace preguntarte una y otra vez si puede ser cierto lo que estás escuchando. Parece que no llega al nivel de Human (1991) simplemente porque le falta el factor sorpresa y por estar emparedado entre ese álbum y la intensidad infinita de Symbolic (1995), pero esa carencia es más una sensación que una realidad. Sí, podemos decir tranquilamente que Death estaban aquí en su mejor momento.

★★★★☆

1 Overactive Imagination 3:28 ✔
2 In Human Form 3:55
3 Jealousy 3:39
4 Trapped in a Corner 4:11
5 Nothing Is Everything 3:16
6 Mentally Blind 4:45
7 Individual Thought Patterns 4:00
8 Destiny 4:04
9 Out of Touch 4:19
10 The Philosopher 4:10
Total: 39:47

martes, 13 de mayo de 2025

Aplastamiento emocional

Human (Death, 1991)

DEATH METAL TÉCNICO. Aquí es donde cambió todo para Death y casi diría que para la música extrema. Aquí es donde las reglas se diversifican hasta el infinito y las ataduras se desatan por completo. El título ya lo anuncia y la portada lo certifica de manera brutal. Sin medias tintas. Chuck Schuldiner se muestra decidido a convertirse en el narrador oficial del horror en primera persona y para ello deja de lado a los demonios, las brujas y la carnicería gratuita para explorar las simas más abyectas y aterradoras de lo humano. Ese es el auténtico secreto de un disco en el que el death metal deja de ser sangre de atrezo para convertirse en el relato de la más auténtica exposición de la atrocidad.

Para ello construye sus canciones sobre la base de las emociones más insondables y los deseos más ocultos. No hay más que ver los títulos: "Flattening of Emotions", "Together As One", "Lack Of Comprehension", "See Through Dreams"... El descubrimiento palpable de que no hay nada más terrorífico que mirar dentro de nosotros mismos en lugar de explorar supuestos miedos y ataques perpetrados por vete a saber qué criaturas imaginarias. No es de extrañar, por tanto, que con esta premisa todo lo que suena aquí cobre vida de una forma tan cruda y tan física.

Máxime si lo materializas con una aproximación ya totalmente progresiva, con un virtuosismo animal, con cambios de tempo salvajes y con un respeto prácticamente religioso por el oyente y por un género que merecía esta restauración tan difícil y tan oportuna. Los responsables de esto, aparte de un Schuldiner en estado de gracia, son unos músicos que se muestran superlativos aquí. Sean Reinert a la batería, Steve Di Giorgio al bajo y Paul Masvidal a la guitarra completan una de las mejores alineaciones de la banda. Un cuarteto que es el único responsable, producciones aparte, de que esto suene como lo hace.

Death metal técnico en su máxima expresión. No sé si la banda llegó jamás a igualar esto. Me consta que hay por ahí un par de discos que pueden hablarle de tú a tú a Human en su canon. De lo que estoy seguro es de que jamás superaron una obra que no solo abrió mil caminos para el metal extremo, sino que colocó a Death en el trono reservado a los artistas más fundamentales del rock en cualquiera de su vertientes. Un mito, la banda y Chuck, que aunque solo fuera por este disco ya merecerían estar en todos los manuales de referencia del metal.

1 Flattening of Emotions 4:28 ✔ 
2 Suicide Machine 4:19
3 Together as One 4:06
4 Secret Face 4:36
5 Lack of Comprehension 3:39
6 See Through Dreams 4:26
7 Cosmic Sea 4:23
8 Vacant Planets 3:48

Total: 33:45

Es imposible no ir más allá tras la escucha de esta obra de arte obtusa, retorcida, incómoda y apocalíptica. Adjetivos todos que me llevan a ese tipo de arte extremo con el que nos gusta deleitarnos a algunos. Arte como el expresionismo crudo y explosivo de Zdzislaw Beksinski. Un pintor que no hizo la portada de este disco, pero que hubiera sido de los más indicados para pintarla.


Porque más allá de los paralelismos con el artwork de la carátula, que tampoco hay tantos, me atrevería a decir que, entre otras muchas cosas, su pintura conecta de manera directa con lo que nos ofrecen aquí Chuck Schuldiner y sus secuaces. El más puro y definitivo horror.

lunes, 12 de mayo de 2025

Depurando la técnica

Spiritual Healing (Death, 1990)

DEATH METAL. Existe una cierta unanimidad en colocar este disco entre lo peor que hiciera nunca Death. Bueno, a los auténticos fanáticos de la banda tampoco les gusta ese término y prefieren decir que está entre lo menos bueno de los de Florida, pero lo cierto es que la gran mayoría no muestra demasiado entusiasmo a la hora de ensalzar las virtudes de un tercer álbum al que sí hay que reconocerle la enorme vistosidad de sus solos y su tono decididamente experimental, con el uso y abuso de tempos poco usuales y cambios de ritmo vertiginosos.

Viendo lo que vendría después, parece claro que con Spiritual Healing Chuck Schuldiner estaba poniendo en práctica su plan de huida del death metal canónico añadiéndole complejidad e ingredientes ajenos al género. También letras con algo más de contenido social en una puesta en escena que se acaba mostrando más imberbe de lo esperado. Un resultado que nos deja un disco plagado de ideas y buenas intenciones, pero al que le falta conjuntarlas en el sonido aplastante y definitivo que florecería meses después.

Por eso no puedo estar más de acuerdo con el sentir general. Este disco me parece monótono, con poco gancho y con un nivel de energía algo anémico debido a lo plano de unas canciones interminables. La portada tampoco ayuda, en mi opinión, y veo como una buena noticia que sea la última en la que colabora Ed Repka. El artista había ayudado a crear la estética del grupo con los tres primeros álbumes, pero la idea de sustituirlo para los siguientes trabajos de la banda es de lo más oportuna teniendo en cuenta el cambio sónico y lírico tan brutal que se avecinaba. Algo que se vislumbra aquí, aunque sea a espasmos y sin esa aplastante coherencia que a todos nos gustaría.

★★☆☆☆

1 Living Monstrosity 5:08 
2 Altering the Future 5:34
3 Defensive Personalities 4:45
4 Within the Mind 5:34
5 Spiritual Healing 7:44
6 Low Life 5:23
7 Genetic Reconstruction 4:52
8 Killing Spree 4:16
Total: 43:16

domingo, 11 de mayo de 2025

Bramando desde el lazareto

Leprosy (Death, 1988)

DEATH METAL. La progresión de la banda respecto a su debut, disco fundacional por otra parte, es mayúscula. En uno de los infinitos cambios de formación que llevaría a cabo Chuck Schuldiner, Rick Rozz coge la guitarra y Bill Andrews las baquetas. El bajo, por mucho que se le acredite al bueno de Terry Butler, lo tocó en realidad Chuck. Una prueba del dominio absoluto del líder del combo. Si a estas incorporaciones les añadimos la ingeniería de sonido de todo un Scott Burns, auténtico gurú en esto de los sonidos más extremos, nos podremos hacer una idea del porqué de las mejoras en un sonido que gana por aplastamiento.

Y gana porque, sin abandonar la imaginería necrofílica y demoníaca, Schuldiner empieza a introducir algo de sutileza, juega con el tempo de manera más colorida y de alguna manera hace florecer la barbarie para preparar el terreno para cosas mucho más grandes. Unas dinámicas mucho más interesantes, unos temas mucho más redondos y atractivos para aproximar la misma casquería sónica a una excelencia que sitúa a este álbum como uno de los favoritos de la afición. Un trabajo complejo, coleante y brutal. Sin lugar a dudas, el mejor álbum de la banda en su primera época. Aterra por lo que contiene, pero casi más por lo que anuncia.

★★★☆☆

A1 Leprosy 6:19 
A2 Born Dead 3:25
A3 Forgotten Past 4:33
A4 Left to Die 4:35
B1 Pull the Plug 4:25 ✔
B2 Open Casket 4:53
B3 Primitive Ways 4:20
B4 Choke on It 5:54

Total: 38:24


La portada tiene algo extraño, algo que va más allá de lo incómodo y hasta lo desagradable. Sus colores me resultan extraños y no me enamoran. Tampoco esa conexión extraña que me lleva a esos Moradores de las Arenas del planeta Tatooine en la saga Star Wars. Algo que no es malo de por sí, pero que por lo que sea no ayuda a que el álbum germine y crezca en mi interior.

sábado, 10 de mayo de 2025

Gritos sanguinolentos

Scream Bloody Gore (Death, 1987)

DEATH METAL. Chuck Schuldiner inicia su viaje hacia la leyenda con este disco. Si bien no queda claro si fue el primer álbum de death metal, sí que parece indiscutible que es el que dio con el sonido definitivo para el género. Mientras que obras como Seven Churches (Possessed, 1985) ya contenían el espíritu de lo que iba a ser este estilo, Scream Bloody Gore supuso el paso adelante que necesitaba esta música extrema para poder ser bautizada.

Así las cosas, podemos tener muy claro que esperar de este trabajo. Imaginería visceral, tripas y casquería gratuitas y una aproximación frontal a los aspectos más explícitos de un alma humana más cerca de la matanza física que de la tortura emocional. Afortunadamente para mí, Schuldiner iría puliendo todo esto en el futuro, pero ahora se trataba de escribir el manual de referencia para un género poco dado a sutilezas. Lo del death metal técnico, su vertiente progresiva, los matices y los devaneos casi jazzísticos quedaba lejos todavía. El propio líder del combo admitiría años después que el nombre del grupo le pesaba demasiado, que en ese momento hubiera elegido otro para bautizarlo más alejado de lo obvio. Y lo mejor de todo es que era capaz de decir esto en entrevistas en las que aparecía con su camisa de gatitos adorables.

Pero centrémonos en este 1987, momento en el cual la banda existía en un equilibrio más que inestable y casi vaporoso. De hecho en el disco solo tocan dos personas, aparte de las percusiones adicionales del productor, Randy Burns. Chris Reifert se encarga de la batería y Schuldiner, como si de un Prince del metal se tratara, pone guitarras, bajo y voz. Algo que no afecta al empaque ni a la potencia de este disco seminal solo apto, eso sí, para ya iniciados.

Treinta y ocho minutos escasos de una brutalidad más cerebral y controlada de lo que parece. Una barbarie en la que rinden pleitesía a Slayer, Venom, Kreator o Sepultura sin pudor pero con las ideas muy claras sobre hacia dónde querían avanzar con su sonido. Será por eso que esto suena tan fresco y tan novedoso. Por mucho que para mí también se me aparezca cabezón en grado sumo. A pesar de sus posibles deudas, con el thrash metal sobre todo, y de que depurarían lo aquí apuntado ya en su siguiente obra, este estreno se convierte en una entrada muy válida al mundo retorcido de Chuck Schuldiner, pero para nada la mejor. Una obra que no me deja clara esa máxima que corre entre todos sus seguidores: eso de que Death no grabó un disco malo. No sé, será que soy demasiado ajeno al género o que soy poco dado a creerme las sentencias maximalistas, pero no estoy tan seguro de que tengan razón.

★★☆☆☆

A1 Infernal Death 
A2 Zombie Ritual
A3 Denial of Life
A4 Sacrificial
A5 Mutilation 
B1 Regurgitated Guts
B2 Baptized in Blood
B3 Torn to Pieces
B4 Evil Dead ✔
B5 Scream Bloody Gore

Total: 38 min. 


Está claro que nada surge de la nada y que por mucho que esto pueda resultar novedoso para un purista del metal, para un oyente más casual tiene poco de innovación ni de descubrimiento del fuego. ¿Tanta diferencia hay entre lo que ya hacían Kreator, Possessed, Celtic Frost o Slayer, por decir unos cuantos, con lo que ofrece aquí Chuck Schuldiner? Como digo, todo dependerá de tu grado de filiación al género de los cuernos, pero de lo que no cabe duda alguna es de lo mucho que estas tres bandas, y bastantes otras, influyeron en lo que salió de la mente y las manos del guitarrista criado en Florida.

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