miércoles, 13 de agosto de 2014

Eisenpferd

  Trans Europa Express (Kraftwerk, 1977)
 
 

PROTO-TECNO. Para su sexto álbum los de Düsseldorf ahondan en lo maquinal y lo mínimo para construir esta sinfonía mecánica, la cual no podría realizarse hoy a pesar de todos nuestros avances técnicos, o mejor dicho, precisamente por eso. Para ello se embarcan en un proyecto en el que utilizan la línea ferroviaria para conectar países y culturas a la vez que alababan ese concepto romántico de Europa en el que hoy pocos creen, pero que en la época era una suerte de Arcadia dorada en la que soñar.

Todavía sorprende cómo exprimieron esas primitivas cajas de ritmo y sus juguetitos analógicos, con especial mención a ese Synthanorma Sequenzer con el que cambiaron las reglas del juego consiguiendo una sacudida mental irrepetible y de consecuencias imborrables.

Una obra maestra esta que se ha convertido en auténtica referencia para el rock industrial, el tecno e incluso el rap. Así de transversal se volvió un grupo que siempre había parecido ser tan perfectamente autárquico y encerrado en sí mismo. Y lo hicieron a través de esa belleza fría, marcial, tan alemana y tan auténtica al fin y al cabo. Kraftwerk tocó el cielo de las ovejas eléctricas con las dos manos con este disco en un viaje sin posibilidad de retorno en el que iban de cabeza a lo humano desde lo maquinal.

★★★★★

A1 Europa endlos 9:35
A2 Spiegelsaal 7:50
A3 Schaufensterpuppen 6:10
B1 Trans Europa Express 6:40
B2 Metall auf Metall 2:10
B3 Abzug 4:42
B4 Franz Schubert 4:25
B5 Endlos endlos 0:45
Total: 42:17

Como padres de la electrónica, Kraftwerk siempre destacaron por su investigación y sus aportaciones novedosas en el campo del sonido. Para este disco estrenaron una nueva maquinita llamada Synthanorma Sequenzer. Se trataba de un secuenciador analógico que era capaz de repetir secuencias de acordes o frases ad finitum. Esto liberaba a los músicos a la hora de repetir sus arreglos y propiciaba la acumulación de capas y capas musicales que enriquecían sus composiciones.

A diferencia de los discos anteriores, en este grabaron dos versiones íntegras del mismo. Una en alemán y otra en inglés. En consecuencia, adaptaron los títulos además de las letras, claro.

En su ansia experimentadora se hartaron de escuchar el ruido real de los trenes con idea de aplicarlo directamente en el álbum, cuyo título no era casual sino que homenajeaba al sistema ferroviario internacional del viejo continente. Sin embargo, al final decidieron alterarlo significativamente al encontrarlo poco bailable.

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