viernes, 14 de agosto de 2020

Fotografiando el estallido

The Blow Up (Television, 1982)


ART PUNK

Hacía falta un directo para redondear la experiencia Television. Una banda de su reputación sobre las tablas necesitaba un documento que atestiguara dichas habilidades. Pues no lo hay. Como con los MC5, el fan, ávido de más gloria de sus ídolos, se da con un canto en los dientes y tiene que conformarse con los dos discos de estudio que publicaron los neoyorquinos. Al menos los de Detroit sí que tienen un directo inconmensurable ("Kick Out the Jams" (1969)), pero en lo exiguo de su producción sí que dejan con la misma hambre.

Dicho esto, no quisiera desdeñar por completo esta obra. Simplemente, duele que en su sonido ratonero y claramente insuficiente no podamos disfrutar de la enormidad del sonido y del multicromatismo de la guitarra de Tom Verlaine. Lo que no quita que toda esta rugosidad acabe dándole una buena pátina de la furia punk que en sus discos no acababa de destellar lo que nos contaban los testigos presenciales de sus conciertos.

Esta obra grabada en la semiclandestinidad durante la última gira antes de su disolución se beneficia de toda esa suciedad. También del hecho de que exista poquísimo o ningún material audiovisual de la época. Al menos con una calidad de sonido medio decente. Y por supuesto, también saca ventaja de unas pocas canciones que van de lo genial a lo soberbio.
 

 

En general, la interpretación es apresurada e imprecisa, muy punk y más rabiosa que técnica. No es mala cosa. Para lo otro ya tenemos los discos de estudio, aunque se echa de menos algo de punch en los graves. En cambio, poco malo se puede decir de las versiones, con una "Knockin' On Heaven's Door" a la que ponen patas arriba y transforman en una de esas ceremonias épicas que recuerda a las canciones largas e inflamadas de Neil Young. Tampoco puede haber queja en el par de largas de cosecha propia. "Marquee Moon" flamea como se espera de ella, pero es que los devaneos free jazz de "Little Johnny Jewel" son aún mejores. Intensa, planeadora y demoníaca, justifica por sí sola la adquisición del disco.

En resumen, puede que no exista la obra en directo definitiva de uno de los grupos más electrizantes de la historia del rock, pero indudablemente esta es la que más se parece a eso. En 2003 sacarían "Live at the Old Waldorf", pero según la opinión generalizada, a pesar de su sonido más profesional, queda a años luz de este documento sangrante y coleante. Será porque a pesar de sus muchas taras, esto es, eso... pura vida.

 

La producción de Television es más que escasa y la adicción que provocan, desmedida. Eso deja una sed en el oyente difícil de saciar y de ahí que se tire de grabaciones de toda condición para poder estudiar todas las caras de un grupo tan genial. 

Una sensación parecida a la que me provocan los MC5. Tres discos oficiales y una miríada de piratas y grabaciones semiclandestinas como este "'66 Breakout!" (1999) que veo hermano de este directo de los neoyorquinos, el cual, me gustaría puntualizar que se editó originalmente en cassette. 

Grabaciones con un sonido horrible, pero que el adicto necesita como la droga más dura.

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