Uncle Meat (The Mothers of Invention, 1969)
FREE JAZZ & BLUES. Frank Zappa se retuerce en este obrón de pura orfebrería sonora con un free jazz & blues que saca a relucir tanto su detallismo como su heterodoxia más extrema. Tan difícil es amar a este disco como no quedar extasiado ante su vómito eléctrico, un estallido libérrimo en el que los clarinetes, las percusiones y las guitarras eléctricas generan una jungla sónica frondosa y de un verdor hechizante.
Aquí el genio de Baltimore se junta con una nutrida camarilla para deformar el blues y el pop a través de unos collages y un cortapega antológicos donde acelera las cintas y se deja llevar por el fluido improvisatorio llegando a sonar tanto a Ornette Coleman o Sun Ra como a las Ronettes puestas de ácido. En un disco que a pesar de su aparente autarquía, Zappa sitúa dentro de ese proyecto mastodóntico que bautizó como "No Commercial Potential" y que incluiría discos como "We're Only in It for the Money" (1968), "Lumpy Gravy" (1968), "Cruising with Ruben & the Jets" (1968) y este que nos ocupa.
Para él todos esos álbumes no dejan de ser uno solo, como ya dijo en alguna ocasión. Una enormidad que podría combinar de mil formas y seguiría teniendo sentido. Cortando aquí y allá y dándole la vuelta, pegando los trozos a su antojo, podría haber salido cualquier otra cosa y no perdería ni un ápice de coherencia. Bueno, eso dice el autor, pero a veces hay que reconocer que encontrar coherencia en estos devaneos trufados de spoken word aquí y allá puede resultar algo desalentador.
Y sin embargo, "Uncle Meat" se acaba luciendo. No sé qué tendrá que es muy difícil desligarse de su influjo una vez que se penetra en su intrincado ramaje. Aquí y allá nos sorprendemos cabeceando o disfrutando de toda su obsesión, toda su electricidad y toda su perversa locura. Porque el disco acaba sacando ese algo enfermizo que todos llevamos dentro. Si no, prueben a despegar la oreja durante toda esa suite que dedica a King Kong en la última cara del vinilo. Simplemente no se puede.
★★★★☆
Total: 74:53
King Kong es el tema central de toda la cuarta cara del vinilo. Un homenaje en clave jazzística al poderoso simio caído en desgracia. Un sonido que remite a los momentos más telúricos de Sun Ra con su jazz entre africano y alienígena.
No veo aquí la película de 1933 dirigida por Merian C. Cooper y Ernest. B. Schoedsack. Más bien me asalta a la mente la canción de Daniel Johnston. Una pieza que no tiene nada que ver con el jazz libérrimo de Zappa, pero que en su desviación y su tono asediante de melopea taladrante acaba compartiendo mucho más de lo esperado a simple vista con la obra del autor de "We're Only in It for the Money".
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