sábado, 6 de febrero de 2021

Grupo salvaje

The Band (The Band, 1969)

 

ROCK DE RAÍCES. Rick Danko, Garth Hudson, Richard Manuel, Robbie Robertson y Levon Helm. The Band. Así, con letras grandes y autoritarias. El Grupo. Un nombre que causa un respeto inmediato y fundado. En buena parte por este disco, el segundo que sacaron, capaz de poner de acuerdo a media humanidad para situarlo en lo más alto del podio enjoyado de los canadienses. Canadienses, al menos cuatro de ellos, que se fueron a formar la banda a Woodstock, NY.

Levon Helm, batería y podríamos decir que líder en un primer momento, era de Arkansas, el único con denominación de origen certificada. Algo que no puede importar menos con unos tíos que dominan todos los palos de la baraja de la música estadounidense más tradicional. Country, folk, ragtime, bluegrass, rock sureño, progresiones pantanosas... Florida, Nueva Orleans, Texas... nada parece resistírsele al grupo, concretamente a un Robertson que aquí coge la batuta compositiva sin remilgos. Tal vez por eso su guitarra tenga más protagonismo que en su debut del año anterior.

 

The Red Badge of Courage

Y tal vez por eso, este disco tase mejor entre los seguidores. Por esa unidad temática y conceptual de la que carece el otro. Las historias de la Norteamérica profunda y la Guerra Civil otorgan al disco un poder de atracción irrebatible, aunque yo tampoco lo acabo de ver por encima de un "Music from Big Pink" que cuenta con un temblor sobrenatural que lo hacen único. Sí es cierto que este suena más hecho, más redondo, pero no mejor. Y en ambos respira esa habilidad inigualable del grupo para crear partituras perennes de esas que parecen que han existido siempre.

Sí, esa es la mayor virtud de The Band. Da igual lo que toquen, que sean versiones de temas tradicionales o propios. Todo en ellos suena a tierra y madera y tiene ese sabor inimitable de lo atemporal. Por eso van a estar ahí siempre entre la Creedence, Woody Guthrie, Leadbelly y los trovadores anónimos de los Apalaches.

★★★★

 

Tenían que venir de fuera, de Canadá, para enseñar a los estadounidenses cómo mezclar el rock y la tradición. Y también a contarles su propia historia. Historias enterradas, cuentos de la Guerra de Secesión, materiales propios y totémicos como para que cualquiera los manoseara. Como ese emblema que es "The Night They Drove Old Dixie Down", lamento salido de la mente de Robbie Robertson en el que cuenta un episodio real del final de la contienda mencionada.

Nombres propios sacados de la misma historia y un panegírico por toda una época a través del soldado confederado caído a manos de un "Yankee". Esto contado por alguien venido del norte del norte, un extranjero, podría sonar impostado, pero la verdad que transmite su letra, la calidez de sus arreglos y de las voces y el hecho de que la cante un sureño como Levon Helm han dotado a la canción de un atractivo que la sitúa entre lo mejor y más querido del canon del grupo.

Una canción que refleja algunos de los temas de esa trágica y totémica The Red Badge Courage (El rojo emblema del valor, 1895), novela de Stephen Crane que narra la barbarie y el sinsentido del conflicto doméstico que asoló EE.UU. de 1861 a 1865. Material muy poderoso que de alguna forma ejerce su influjo en este disco inmortal.

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