Grabaciones de referencia:
- Symphony No. 3 in D minor (New York Philharmonic / Leonard Bernstein, 1962) ★★★★☆

Mahler siempre ha sido analizado como un continuador de las enseñanzas de Liszt, Wagner o Brahms. También de la poesía y la filosofía, con figuras del calibre de Nietzsche permeando algunos matices de sus obras. Este filósofo es especialmente importante para el trasfondo de esta sinfonía. Sin embargo, si tenemos que nombrar a una figura capital para el aprendizaje sinfónico de Mahler, ese sería sin duda Beethoven, una verdadera referencia para la arquitectura monumental que el austriaco fue desarrollando en esta forma musical.
En cuanto a esta tercera sinfonía, nos encontramos ante la que puede ser su obra más ambiciosa, dramática y colosal. Lo que sí está claro es que, si nos centramos en sus sinfonías, esta es la más gigantesca. No solo por su duración, la cual oscila entre los 90 y los 105 minutos, dependiendo de la interpretación, sino por su enorme complejidad tanto orquestal como, sobre todo, emocional. Esto no hace especialmente fácil sentarse a disfrutar de esta música, pero sin duda es un esfuerzo que será altamente recompensado. Solo hay que dejarse vapulear por esta música tumultuosa, en el lado opuesto del minimalismo y absolutamente subyugante si la dejamos crecer como nos propone.
Y para someternos como es debido, tomaremos una grabación clásica que tasa muy alto en el inconsciente colectivo. Me refiero a la que realizó Leonard Bernstein al frente de la Sinfónica de Nueva York en 1962, obra que, a pesar de los años, sigue manteniendo la adoración casi intacta. Los motivos saltan a la vista: Bernstein introdujo a Mahler en un repertorio, el estadounidense, en el que no había tenido cabida con la suficiente profusión hasta entonces; y luego está el toque secreto del director norteamericano, a partir del cual consigue sacar toda la carga filosófica y emocional de una pieza en la que amplifica los tempos lentos y aporta esa sonoridad cálida y potente en los nubarrones que enmarcan la tempestad.
Al fin y al cabo, todo lo que ha sido siempre Bernstein: sentimiento, contraste y emoción a flor de piel. Algo que siempre agradeceré en la interpretación de los clásicos porque creo que es la única forma de hacerlos eternos. Y algo que con Mahler se hace imprescindible. No me extraña que cambiara la percepción del compositor austriaco para siempre. No solo en su país, sino en todo el mundo.
♪♪♪
1. Kräftig. Entschieden
2. Tempo di menuetto
3. Comodo (Scherzando)
4. Sehr langsam - Misterioso
5. Lustig im Tempo und keck im Ausdruck
6. Langsam - Ruhevoll - Empfunden
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