miércoles, 7 de junio de 2023

El olor de la podredumbre

Let England Shake (PJ Harvey, 2011)
 

 
CANCIÓN PROTESTA. Ajena a la palabra estancamiento. Así se ha mostrado la Harvey durante 20 años de carrera. Y claro, no iba a venir ahora a cargarse dicho mérito. Así pues la sorpresa que produce este Let England Shake lo es menos cuando atendemos a quién lo firma. Polly Jean vuelve a coger las riendas de una carrera sin parangón y se sumerge en el fango de un proyecto que abandona muchas cosas. Las más llamativas: ese torrente de sentimientos propios que borboteaban en sus escritos y las instrumentaciones ortodoxas del rock (eso ya lo había iniciado en White Chalk (2007). Ahora la de Dorset nos habla de problemas más globales y lo hace arropada por autoharpas, saxos y samplers, y a la vez explora los límites de un trino agudo que hiela la sangre.

El conflicto está servido. Let England Shake es un título que se las trae. La Gran Guerra con sus montañas de muertos y el dolor sangrante vertebran un disco que enseña su título en portada y letras grandes. "Que tiemble Inglaterra" parece un recordatorio de un pasado doloroso y también es una advertencia de lo que nos vamos a encontrar dentro. Y es que PJ Harvey no se anda con chiquitas y nos sorprende con su actitud más crítica. Dispuesta a no dejar títere con cabeza, carga contra su querida Inglaterra. Contra su colonialismo y su sed de sangre. Y a la vez está cargando contra la avaricia, la desidia, la falta de humanidad y la injusticia mundial. Y eso es lo que en realidad ha hecho siempre, aunque antes era a través de sus heridas profundas. Pero aquí la cantautora se muestra más humana y más sincera. La madurez le sienta bien, no hay duda. La veo más certera en sus ataques, y por eso el disco duele tanto.

Se hace difícil abstraerse de la realidad con versos tan duros como "What is the glorious fruit of our land? / Its fruit is deformed children / What is the glorious fruit of our land? / Its fruit is orphaned children". Versos que hablan de pérdida, dolor y desesperanza. A pesar de que trata de aliviarnos con alguna sonrisa irónica - "What if I take my problem to the United Nations?" - , la sonrisa se vuelve mueca desencajada. Y esto no debería ni sorprender ni decepcionar. PJ Harvey nunca ha sido una artista cómoda para el seguidor ni acomodada en su trono. Esto es otra prueba - ¿la definitiva? - de que eso de reeditar obras ampliadas o recopilatorios no es para ella. Que sean otros los que enarbolen esa odiosa "vuelta a los orígenes". Ella no lo necesita. Es de una especie en vías de extinción. Atesorémosla.

★★★★☆

1 Let England Shake 3:09
2 The Last Living Rose 2:20
3 The Glorious Land 3:34
4 The Words That Maketh Murder 3:45
5 All and Everyone 5:39
6 On Battleship Hill 4:07
7 England 3:09
8 In the Dark Places 2:58
9 Bitter Branches 2:29
10 Hanging in the Wire 2:42
11 Written on the Forehead 3:40
12 The Colour of the Earth 2:32
Total: 40:04

La Gran Guerra (1914-1918) es el hilo conductor de un disco que se obceca en ponernos en nuestro sitio, en no dejarnos pensar que estamos por encima de unos sucesos que nadie nos garantiza que no se puedan repetir.

En realidad las guerras no han dejado de existir, pero solo nos tocan cuando las vemos cerca. Lo que no quita que estén ahí afectando a miles y miles de personas como nosotros. PJ nos advierte del callejón sin salida en el que estamos metidos y las guerras de Siria o Ucrania no han hecho más que darle la razón en los últimos años.

No creo que podamos esperar que la tendencia se revierta. Es lo que hay en un orden mundial que no sabe moverse con otros parámetros.

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