lunes, 30 de abril de 2012

Matices de azul

Kind of Blue (Miles Davis, 1959)
 
 
COOL JAZZ. Adentrarnos en Kind of Blue es hacerlo en el disco más importante de la historia del jazz. Miles Davis construyó un monumento que maravilla a cada oyente que se acerca a él. Estamos hablando de un disco eterno e insuperable. El que posiblemente se adueñaría del calificativo de EL DISCO dentro de esto que llamamos jazz. El zumo de naranja del desayuno y la biblia en la estantería.

Grabado en 1959, Kind of Blue amplía y sella el movimiento "cool jazz". Es la expresión máxima de esta variante sedosa y aterciopelada de hacer jazz que se enfrentó a los exabruptos del bebop una década antes. La perfección del disco es sencillamente abrumadora. En cinco temas espaciados, brumosos y sublimes, Davis susurra al oyente, lo acuna y lo empuja con suavidad para que flote en el espacio durante tres cuartos de hora inimaginados hasta y desde entonces. Bueno, esto lo hace el mago de la trompeta junto a una banda de antología. La alineación da hasta escalofríos. Al trompetista lo acompañan Julian "Cannonball" Adderley al saxo alto, Bill Evans al piano (Wynton Kelly lo toca en "Freddie Freeloader"), Paul Chambers al contrabajo, Jimmy Cobb a la batería y el soberbio John Coltrane al saxo tenor. Un conjunto terrorífico que ofrece lo mejor de sí mismo y que transmite el hecho de estar haciendo historia en cada nota.

El disco se abre con la caricia de un piano y termina entre susurros apagándose lentamente como un suspiro. Y en medio parece que no ha ocurrido nada, cuando en realidad nuestra sonrisa y la bruma de nuestro cerebro nos indica que vamos a tardar en recuperarnos de la conmoción. "So What" abre con parsimonia y embrujo instantáneo para enlazar de manera natural e imperceptible con su continuación natural. Se trata de una apuesta doble sobre el tema inicial, "Freddie Freeloader". Después de estos dos momentazos inextricables, sutiles y hermosos, nos sumerjimos en las aguas plácidas y cálidas de "Blue In Green". Un auténtico sueño en el que retozar gozosos mientras esperamos el turno para mi favorita del disco, "All Blues", once minutos y medio de blues bullente y vibrante que no deseas que acaben nunca. O sí, porque solo de ese modo se podrá disfrutar del final herido, falsamente plácido, nocturno, pasional, que es "Flamenco Sketches". Un adelanto de lo que nos esperaba en el excelente Sketches of Spain (1960) y perfecto cierre para un mito de estas dimensiones.

Kind of Blue es de esos discos que tienen una historia para cada oyente. Es un mundo en sí mismo. Tan grande que no admite simplificaciones ni análisis absolutos. Es una de esas obras de arte que no pueden explicarse porque no parecen hechas en este mundo. El batería, Jimmy Cobb, ha dicho alguna vez que este disco debe haber sido hecho en el cielo. Y sin embargo es tan terrenal que conmueve y duele como el primer día. No, este no es simplemente "el disco". Este disco es EL JAZZ.


A1 So What
A2 Freddie Freeloader
A3 Blue in Green
B1 All Blues
B2 Flamenco Sketches

Total: 46 min.


El disco supuso un antes y un después para Davis, entre otras muchísimas cosas, por ser el receptáculo donde volcó sus inquietudes con el jazz modal que se enfrentaba al hard bop y su intrincada improvisación  y cambios de acorde. El jazz modal es más melódico y menos abrupto. Los acordes se mantienen durante más compases y el uso de drones lo hacen en suma (y simplificando mucho) más suave y cálido.

- El disco ha influido enormente en el jazz como es de esperar, pero también en otros estilos de música, entre ellos el rock y la música clásica. No en vano, siempre está presente en cualquier lista de mejores discos de la historia.

- "It (Kind of Blue) must have been made in heaven." (Jimmy Cobb, batería del sexteto de Miles Davis).

- “That will always be my music, man. I play 'Kind of Blue' every day – it's my orange juice." (Quincy Jones).

- "(Kind of Blue) It's like the Bible—you just have one in your house." (Q-Tip).


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