ROCK PSICODÉLICO. En su segundo trabajo, llegaron Spencer Dryden, con sus redobles jazzísticos, y la adición capital dentro de la historia de la banda, Grace Slick, con su voz afilada como una cuchilla, y los aprendices de The Byrds vieron cómo su sonido se expandía hasta las estrellas.
Así de definitivas fueron las dos incorporaciones a una banda que no tuvo mayores problemas en adaptarlos a la calidad compositiva que atesoraban los otros tres. Cosa que fue clave, no lo duden, aunque también es verdad que los dos grandes hitos del álbum se los trajo Slick debajo del brazo. "Somebody to Love" era una canción que tocaba con su banda anterior, The Great Society, y también escribió enteramente una "White Rabbit" que se ha convertido en algo más que un símbolo de la psicodelia.
Sin embargo, como digo, sería un error pensar que la joya de Jefferson Airplane se queda ahí. Cosas como "Today", "Comin' Back to Me" o "3/5 of a Mile in 10 Seconds" tienen las suficientes toneladas de electricidad y misterio como para no menospreciarlas. Hasta el punto de que acaban siendo la clave de un álbum enorme. Media hora de música espiritual, entre folkie y rock, entre lo terrenal y el polvo de hadas, que se ha convertido en una de las referencias más ineludibles si queremos conocer esa psicodelia primeriza que puso al Haight-Ashbury entre lo más emocionante que se cocía en el mundo de la música en toda la segunda mitad de los años 60.
Un disco totémico, por tanto, dulce y narcótico, demasiado quizás, que hará las delicias de todo aquel que siga creyendo en el amor en medio de la barbarie y el estruendo de estos tiempos despiadados.
★★★★☆
La escena de San Francisco tuvo su epicentro en ese Haight-Ashbury que ha sido más que un nombre en la hoja de ruta de la música psicodélica.
El barrio, llamado así por la intersección de las calles Haight y Ashbury, tiene una larga tradición bohemia, empezando por los beatniks en los años 50 y continuando con el movimiento hippy, más que relacionado con la psicodelia que predicaban bandas como Grateful Dead, Quicksilver Messenger Service, Big Brother & the Holding Company o Jefferson Airplane.
Música, amor libre y la expansión de la mente a través de sustancias psicoactivas son lo que describen a un movimiento que fue mucho más que eso, pero que también fue eso. Precisamente lo que resuena en los ecos de este álbum inmortal, auténtico pistoletazo de salida del movimiento.
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