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lunes, 30 de octubre de 2023

Con las manos en la masa

Flagrant délit (Johnny Hallyday, 1971)

ROCK 'N SOUL. Tras esa horrible portada, que no sé si alguien sabrá qué significa o qué pretende, se esconde el que puede ser el mejor álbum de Johnny Hallyday. Una afirmación osada, pero no tanto, después de someterse a treinta y cinco minutos de rock, soul y góspel de alta graduación emocional, comparable a lo mejor que pudieras buscar en cualquier producto de las islas o los States

En una grabación que hace justicia al hecho de haber sido parida el mismo año del Sticky Fingers de los Stones, Hallyday tira de repertorio propio ("Oh! ma jolie Sarah", "Tant qu'il y aura de trains") y ajeno, e invoca a gente del nivel de la Creedence, Gary Wright y Leon Russell, para, con la inestimable ayuda de Philippe Labro en las adaptaciones al francés, empaparse de rock sureño y rhythm & blues como nunca. Como para contradecir a sus detractores, en lugar de entrar mansamente al redil del pop yé-yé, en vez de enfundarse la tricolor para ofrecer su versión de la chanson de toda la vida, la bestia parisina se tiñe con el neón de Las Vegas, se perfuma con el burbon de Tennessee y se viste con los encajes de Nueva Orleans para asestar el golpe definitivo a sus enemigos y erigirse triunfante en el más grande de ese rock francés que, oh, mon dieu!, existía. O él hizo que existiera, más bien.

Puede que a nivel de creación pura y dura no tenga muchos méritos el cantante, pero sin duda, a diferencia de esfuerzos anteriores, las dos piezas de las que firma la música son credenciales de un gran nivel. Lo suyo, de todas formas, va por otro lado. Por el de la interpretación tórrida, la voz rugiente y la digestión camaleónica. Con una personalidad arrolladora por la que no podemos extrañarnos que se pudiera rodear de los músicos que lo acompañaron durante toda su carrera. Aquí tocan o hacen arreglos gente como el mencionado Gary Wright, Mick Jones o el mismísimo Bobby Keys al saxo. Apenas cuatro años antes había conseguido que su amigo Jimi Hendrix tocara la guitarra acústica en la versión que el francés hizo de "Hey Joe". Llamadlo suerte, carisma o magnetismo, pero es poner este disco y oírlo abrir la boca para darse cuenta de inmediato de que este tío tenía algo.

★★★★☆

A1 Flagrant délit 3:25
A2 Fils de personne 2:48
A3 Oh ! Ma jolie Sarah 4:45
A4 Il faut boire à la source 2:22
A5 Fille de la nuit 3:09
B1 Si tu pars la première 3:43
B2 L'autre moitié 3:49
B3 La loi 3:53
B4 Que j'aie tort ou raison 4:25
B5 Tant qu'Il y aura des trains 3:20

Total: 35:39

Este disco me recuerda y lo relaciono con un momento muy preciso dentro de la historia del rock. Por mucho que esté hecho en Francia no puedo relacionarlo con nadie de por allí en esos años. Más bien son gente como los Rolling Stones, Joe Cocker, los Faces, Van Morrison o Rod Stewart los que me vienen a la mente.

Discos como A Nod Is As Good As a Wink... To a Blind Horse (Faces, 1971), Sticky Fingers (The Rolling Stones, 1971) o mejor Let It Bleed (1969) con esos estallidos soul que son "Gimme Shelter" o "You Can't Always Get What You Want", With a Little Help From My Friends (Joe Cocker, 1969) o el mismísimo Gasoline Alley (Rod Stewart, 1970) son el paisaje entre el que no desentona este álbum. En absoluto.

Una prueba más de que en el extranjero siempre nos han llevado ventaja. Que en Francia tuvieran un Johnny Hallyday trasladando con esta potencia el arsenal anglófilo del que había bebido mientras aquí nuestro equivalente más cercano fuera Miguel Ríos es una muestra de lo atrás que íbamos. Sin menospreciar la valía ni las buenísimas intenciones de nuestro Mike, creo que no hay color.

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sábado, 6 de marzo de 2021

Mueve tu cucu

Shake Your Money Maker (The Black Crowes, 1990)

Los Black Crowes siempre se han jactado de una cosa. En palabras de su líder, Chris Robinson, lo mejor del grupo es que nunca se preocuparon de mirar a sus coetáneos. En vez de eso, su espejo y su obsesión eran sus héroes, las bandas a las que todo el mundo idolatra. Una afirmación de una honestidad indudable y que revaloriza en cierta forma el potingue setentero que se sacan de la manga en un estreno que iba a marcar el camino a seguir durante toda su carrera.

Ya se ha dicho mil veces. Aquí colea una imitación impúdica de la dupla Stones-Faces, pero también hay ecos de Led Zeppelin, Humble Pie, Lynyrd Skynyrd y casi cualquier banda que hiciera blues rock con tintes sureños en los 70. Un ramillete de influencias nada desdeñable si no fuera por el hecho de que la personalidad del grupo queda en entredicho desde el segundo cero. Cosa que tratan de hacer olvidar tirando de oficio y de calidad compositiva, aunque a decir verdad, salvo en un par de pelotazos incontestables, gana lo primero.

Y es en esa bisoñez a la hora de juntar acordes y estribillos donde veo la mayor tara del grupo. Hay temazos sobrecogedores, por supuesto. A la cabeza colocaría sin dudarlo esa apertura, "Twice As Hard", que siempre será una de sus mayores bazas para el directo. También esa energética y sudorosa "Hard to Handle", versión de Otis Redding que refuerza mi opinión sobre las dotes compositivas de los hermanos Robinson. Tras estos dos temazos habría una serie media notable de la que sacaría la recta final, la cual rebaja enteros a un disco con vocación oportunista y originalidad cero, pero que también exuda una pasión por la música ajena a los mecanismos de la industria. Vamos, que a estos les gusta lo que hacen. Eso es indudable y digno de valorar.

★★★☆☆

1 Twice as Hard 4:09
2 Jealous Again 4:35
3 Sister Luck 5:13
4 Could I've Been So Blind 3:44
5 Seeing Things 5:18
6 Hard to Handle 3:08
7 Thick n' Thin 2:44
8 She Talks to Angels 5:29
9 Struttin' Blues 4:09
10 Stare It Cold 5:15
11 Live Too Fast Blues / Mercy, Sweet Moan [unlisted track] 1:08
Total: 44:52

 

Los Black Crowes siempre irán unidos a esos dibujos animados creados después de la Segunda Guerra Mundial (sí, así de antiguos son), que EE.UU. se llamaron Heckle and Jeckle o The Talking Magpies y en nuestro país conocemos como Las Urracas Parlanchinas

También a esos cuervos que aparecían en Dumbo con toda su insolencia y esos puros imposibles de ver hoy en día en cualquier programa dirigido a los más pequeños. Estos últimos han sido criticados últimamente por ser sin tapujos una caricatura de los afroamericanos con todos los tópicos que se les endosaban a mediados del siglo XX.

Una idea esta que puede ir de la mano con el robo a mano armada que ejecuta el grupo para fabricar su música a partir de un botín compuesto por todo el rock revivalista embadurnado de raíces que pueda caer en sus manos. Al fin y al cabo, si hablamos de blues y hasta de folk primigenio, ¿quiénes lo trajeron a Norteamérica y quiénes le dieron forma?

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