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sábado, 1 de marzo de 2025

Huyendo del pasado desesperadamente

Quemando el futuro (La Banda Trapera del Río, 2019)

ROCK DE SUMIDERO. Me habría gustado que esta hubiera sido la despedida fastuosa que merecía la Trapera, pero en el fondo creo que todos sabíamos que no iba a ser así. Por mucho que por fin les dieran los medios para grabar un disco con la calidad de sonido que merecían, una vez más, lo volvían a tener todo en contra para su enésimo intento de poner las cosas en su sitio. 

Y eso que esta vez no estaban las drogas de por medio. Tampoco las ideas megalomaníacas de Morfi Grei. Y menos aún la integridad suicida de Raf Pulido. Todas las taras que en el pasado impidieron que la banda diera ese pasito definitivo hacia un éxito más o menos masivo que tampoco es que hubieran tenido tan cerca, pero que más que olerlo se habían dedicado a espantarlo. Está claro que su estilo no se presta a ello, pero por lo menos hubiera estado bien que nos hubieran hecho rememorar los buenos tiempos de un grupo tan maldito como seminal.

Pero no, los problemas ahora son otros, mas no menos importantes. Para empezar, y no es moco de pavo, solo quedan en pie Morfi y El Subidas. Fallecidas dos piezas tan esenciales en el grupo como Tío Modes (2004) y Raf Pulido (2010), no se podía esperar ninguna maravilla de esta despedida en el estudio. Mucho menos si tenemos en cuenta la edad de nuestros protagonistas, sus problemas de salud y el hecho de que ya tuvieran muy poco que añadir a lo que ya habían gritado a los cuatro vientos.

Con estas premisas, el cuarto álbum de la Trapera es un asunto más bien tristón, muy fuerte en lo sónico, con un Morfi que saca oro líquido del destrozo que tiene en la garganta, pero totalmente insuficiente tanto en lo lírico como en unas melodías que no te atrapan en ningún momento. No creo que les haga ningún favor diciendo que esto es siquiera aceptable. Sus dos primeros discos son demasiado buenos y su influjo sobre todo el rock urbano en este país es demasiado grande como para despachar este álbum con un acuerdo de mínimos que me niego a rubricar. No, por mucho que suene mejor que todo lo que hayan grabado, esto no me dice absolutamente nada. Y es esa indiferencia la que me acaba reventando por dentro.

★☆☆☆☆

1 Condición de traidor
2 Quemando el futuro
3 El puto amo
4 El rey de la mugre ✔
5 Loca de la esquina
6 No habrá paz
7 Huesos deshuesados
8 Ataque bipolar
9 Malditos de lo oscuro ✔

Total: 31 min.

viernes, 28 de febrero de 2025

Vulgaridad, despojos, desechos...

Rarezas e inéditos primera época (La Banda Trapera del Río, 2006) [RECOPILATORIO]

ROCK DE ALCANTARILLA. Pasa con los MC5, banda de referencia para Morfi y los suyos. Por más que nos empeñemos, por más ganas que tengamos, no hay material inédito con una calidad de sonido mínima como para que nos frotemos las manos ante su descubrimiento. Por mucho que nos refocilemos en directos infames y demás morralla, no vamos a encontrar la panacea que apague nuestra sed de más emociones fuertes de una de nuestras bandas favoritas.

Y por supuesto, esto también ocurre con la Trapera. Aquí nos encontramos algún tema inédito de sus primeros tiempos, ya sea en directo o en versión maquetera, aunque lo que manda son las versiones primigenias de los clásicos que reventaron en su maravilloso primer álbum. Unas versiones que no acaban de justificar el que nos paseemos por una obra tan decepcionante como inevitable para el que se haya infectado con el virus de los de Cornellà. Una decepción que tampoco mejora ante las canciones que no habíamos escuchado de ellos. Ni tienen la calidad esperada ni cuentan con el estilo imparable que el grupo alcanzaría en el 79.

Así las cosas, no tengo claro quién podría disfrutar de una colección que parece pensada para iniciados en la secta, pero que no va a satisfacer ni al fanático más ciego de una banda que, ya lo ha dicho incluso Morfi, no ha hecho nada realmente inolvidable más allá de su primer LP.

★★☆☆☆

1 Intro (1978)
2 Els 600 - Tina els dits (1978)
3 Dona (1978)
4 Ciutat podrida (1978)
5 Eunucos mentales (1978)
6 Venid a las cloacas (1978)
7 Diviértete (Maqueta 1980)
8 Vulgaridad (Maqueta 1980)
9 Monopatín (Maqueta 1980)
10 Diviértete (1981)
 
Total: 35 min.

¿Cabezas huecas?

Mentemblanco (La Banda Trapera del Río, 1995)

ROCK DE SUMIDERO. Aprovechando esta segunda juventud que les prepararon entre Divucsa y Munster Records, nuestros traperos favoritos se lanzaron a la creación de un disco totalmente nuevo, eso sí, con demasiadas prisas y sin demasiada inspiración. El trío calavera seguía mandando en la toma de decisiones junto con un ya totalmente asentado Jordi Pujades "El Subidas" al bajo.

No obstante, es inevitable enfrentarse a este disco con los prejuicios de rigor, aumentados por las declaraciones de Juan "Raf" Pulido, que se quejaba de que no habían tenido tiempo para hacerlo como él hubiera querido. Unas prisas que les hicieron picotear de ideas antiguas a medio hacer y que les obligó a abrir el filtro de calidad más de la cuenta. Y no hablemos de la portada, la cual redondea un desastre que no hace justicia a una banda que ya era mítica sin necesidad de alargar la cosa de una forma que empezaba a parecer ya artificial.

Digo esto a pesar de la necesidad de material nuevo que el público siempre va a tener. A pesar de que siempre vamos a esperar con ansia todo lo que nos proponga un grupo que, aunque solo sea a ráfagas, suena aquí infecto y lleno de gloria, sin el radicalismo extremo del pasado, pero lo suficientemente corrosivo como para que nos paremos a escuchar siquiera un ratito. Muy poco para ellos, pero muchísimo si lo enfrentamos a lo que nos ofrece la mayoría.

★★☆☆☆

1 Mentemblanco 3:01
2 Sábanas sucias 4:08
3 Aluminosis corporal 3:55 ✔
4 En la boca del lobo 4:59
5 Casi consigo lograrlo 3:54
6 Yonky Palace 4:35
7 Joven viejo 3:11
8 Besos higiénicos 4:02
9 Asesino tierno 4:48
10 De ruta madre 3:09
Total: 39:42

miércoles, 26 de febrero de 2025

Y a la yugular

Directo a los cojones (La Banda Trapera del Río, 1994) [DIRECTO]

ROCK DE ALCANTARILLA. Para aprovechar la inercia de las reediciones con las que Divucsa revivió el cadáver putrefacto de la banda más cruda, violenta y salvaje que haya pisado los escenarios de este país, Munster Records publicó este directo que da fe, sin ornamentos ni oropel alguno, de los conciertos de su gira de reunión de principios de los 90. Un documento que nos muestra a una banda inflamada y más sanguinaria que nunca. Y es que aunque todo lo que he dicho arriba haya sonado a ocasión para que los abueletes nos cuenten sus batallitas, los componentes del grupo estaban en los treinta y pico años en este momento. Claro, que ya habían vivido lo que muchos no viviríamos ni en tres vidas.

Estaba claro que había que aprovechar la inercia de la que hablaba arriba. Será por eso, por el entusiasmo de reencontrarse con lo que más les gustaba hacer o por todo junto, que suenan con una rabia absolutamente aniquiladora. Una rabia que deja en una minucia incluso la mala calidad de sonido con la que se registró el álbum. Especialmente notoria es la agresividad suicida con la que se emplea un Morfi Grei que parece que se va a inmolar en cada sílaba. Algo que empieza apabullando para ir asentándose y haciéndose, si no molesto, sí algo artificioso.

Un artificio que puede surgir en nuestra mente ante la repetición de una fórmula que para nada es artificial. Dudar de la autenticidad de cada cosa que haya hecho la Trapera es de ignorantes. Aquí, como en cualquier otro disco u otro concierto de la banda, no hay nada impostado, no hay nada planeado ni hay maquillaje alguno. Eso, que otros buscan para hacer méritos aunque no vaya con ellos, es algo inherente a una banda que nunca entendió que la música pudiera estar separada de la vida. Y su vida fue todo lo que suena aquí: dura, cruda, salvaje, llena de adicciones, de luces estroboscópicas y de sombras alargadas como la noche más negra. Un auténtico paseo por el abismo que queda certificado con este disco, puede que no tan esencial, pero igualmente oportuno y... eso, lo que dice el título.

★★★☆☆

1 Monopatín ✔
2 No dais la cara ✔
3 Venid a las cloacas ✔
4 Confusión ✔
5 El saco ✔
6 Misógino ✔
7 Nacido del polvo de un borracho y del coño de una puta ✔
8 Curriki de barrio ✔
9 Eunucos mentales ✔
10 Juventud tatuada
11 Padre nuestro ✔
12 Ciutat podrida ✔
13 Joven viejo
14 Nos gusta cagarnos en la sociedad ✔
15 No me mola tu pistola ✔
16 La regla ✔
 
Total: 73 min. 

El filo de la navaja

Guante de guillotina (La Banda Trapera del Río, 1993)
 

ROCK DE ALCANTARILLA. El segundo disco de la Trapera estaba maldito desde su misma concepción. Con la banda en una auténtica montaña rusa de excesos, con un Morfi Grei más preocupado por su personaje que cualquier otra cosa y con una dirección desastrosa por parte de sus managers, esta obra, grabada en 1982, se quedó encerrada bajo siete llaves ante la desidia de unos, el hastío de otros y el horror de la discográfica.

Se cuenta que Grei mandó a tomar por culo a los de CBS cuando estos le pidieron que educara su voz con clases de canto. También que las peticiones de este y uno de sus managers, las cuales incluían coches de lujo, pipas para el material del grupo y dinero extra para ropa, fueron demasiado para una discográfica que estaba hasta las narices de una banda totalmente ingobernable. Eso y las tensiones internas entre los tres pilares de la banda, Morfi Grei, Tío Modes y Raf Pulido, acabaron disolviendo el grupo antes de que se pudieran siquiera plantear otra salida para un álbum que ya estaba grabado y con la portada preparada.

Ahí quedó el disco, olvidado en un cajón, hasta que Divucsa, siguiendo a la reedición de su primer álbum en 1992, y ante el éxito de ventas de esta, se decidió a rescatarlo para darlo a conocer a un público nuevamente ávido de material nuevo de la Trapera. Y no decepcionó. A pesar de no contar con el elemento contestatario de su estreno, centrándose en letras que giraban alrededor de las adicciones que corroían al grupo hasta la raíz, y muy a pesar de una producción absolutamente infame, el segundo disco de los de Cornellà mantiene intacto el filo de una banda que sigue sonando navajera y absolutamente espeluznante en todos los sentidos del término.

Es cierto que las dos últimas canciones creo que no hacen justicia al resto, pero también hay que reconocer que temas como "Monopatín", "No me mola tu pistola", "Misógino" o "A mi dosis" se pueden contar entre los clásicos más incontestables del grupo. Temas con un veneno y una electricidad mórbida que hacen que no importe lo más mínimo que hayan limado un radicalismo que tampoco es que haya desaparecido, sino que se ha convertido en algo más sutil y casi diría que más oscuro. Podéis llamarlo obsesión, pero yo prefiero calificarlo como un cuelgue infinito del que no quiero salir.

★★★★☆

A1 El saco
A2 No me mola tu pistola ✔
A3 A mi dosis
A4 Vulgaridad
B1 Monopatín
B2 No te entiendo
B3 Misógino
B4 Juventud tatuada
B5 Cómics y cigarrillos
 
Total: 35 min.
 

domingo, 23 de febrero de 2025

El grito de los apestados

La Banda Trapera del Río (La Banda Trapera del Río, 1979)

ROCK DE ALCANTARILLA.

"O sembrar mi flor en tu rodillo, o derretir el azogue en el espejo, ¡O esto! ¡O esto!
O levantar la enagua a la luna, o tactar con la piel del gato, ¡O esto! ¡O esto!
O encenderme en las farolas, o apagarme en la moneda, ¡O esto! ¡O esto!
O rozar el infinito, o herirme con pinchos de alambre, ¡O esto! ¡O esto!
¡Hacerme una paja!”

(“Meditación del pelos en su paja matinera”)

 

Así se las gastaba la Trapera. Solo podían expresarse explorando los extremos. Entre Bukowski y Rimbaud, entre las nubes tóxicas y el asfalto más duro es donde encontraban su espacio. Un espacio que llenaron como nadie en la España gris que nos dejó Franco. Un espacio que nadie reclamó y en el que ellos se sentían tan a gusto soportando el ninguneo de una escena laietana en la que mandaba el folk y el jazz-rock. Algo que los de la "Ciudad Satélite", en Cornellà de Llobregat, no estaban dispuestos más que a despreciar.

Se formaron en 1976 y ya entonces trabajaban un sonido protopunk que bebía, cómo no, del rock duro de Led Zeppelin y Black Sabbath más que de otra cosa. Tuvo que llegar Tío Modes con su guitarra para aportar esa dosis de napalm que los iba a convertir en lo más parecido a los Stooges que hayamos tenido en este país. Morfi Grei al micro, esa criatura mítica más que famosa, y Raf Pulido a la batería formaron junto a Modes el triunvirato que encontró el sonido y la dirección que debía tomar la banda. A ellos les acompañaron, en estos primeros tiempos, Rayban al bajo y Rockhita, entre otros muchos, a la guitarra rítmica. Una formación inestable, salvo por los tres pilares mencionados, que fue la que grabó este primer álbum.

Un disco que se abre con "Curriqui de barrio", nuestro "Search and Destroy" particular, y que fluye con insolencia entre paletadas de feísmo para denunciar y ser el alarido deforme de los desheredados. Sin intelectualismos, pero con sus buenas dosis de poesía maldita. Con un sonido eléctrico y cortante como una navaja. Un sonido que parece imposible que hubieran conjurado unos tíos con formación en el rock progresivo y sinfónico, pero que debe ser por eso que aun hoy día nos lo sigamos tomando tan en serio.

Y eso que la repulsión que produce viene desde unos mismos títulos que no hacen justicia a la profundidad de las canciones. Unos títulos que ya anuncian la desintegración casi instantánea que sufrió el grupo. Hubo varios intentos de lanzarlos a un público más comercial, pero la honestidad y los principios de la banda siempre estuvieron por encima de todo eso. Ni Morfi Grei aceptó tomar clases de canto, ni pudieron con las drogas que alimentaban todo su caos, ni las discográficas supieron qué hacer con un grupo como este. Por eso el siguiente álbum se quedó en el limbo durante once años. Y es que en el fondo nadie estaba preparado para una banda como esta. Ni siquiera ellos mismos.

A1 Curriqui de barrio 2:52 ✔
A2 No dais la cara 3:10 ✔
A3 Meditación del pelos en su paja matinera 2:53
A4 Venid a las cloacas 3:42 ✔
A5 Confusión 3:54 ✔
A6 Eunucos mentales 3:51 ✔
B1 Ciutat podrida 2:22 ✔
B2 La regla 4:28
B3 Padre nuestro 4:11 ✔
B4 Nos gusta cagarnos en la sociedad 4:41 ✔
B5 Nacido del polvo de un borracho y del coño de una puta 4:35 ✔

Total: 40:39

El auténtico secreto de esta banda, lo que los lanza hacia la posteridad, está en su autenticidad suicida. Por su idiosincrasia, por su inexistente modus operandi y por su falta de visión estaba claro que no podían perdurar. Pero es que ahí está el atractivo animal de un grupo que ni pudo ni supo plegarse a los designios del mercado.

Cómo me hice rockero

Y es que estamos hablando de música peligrosa hecha por gente peligrosa. Pendencieros y violentos en sus formas, prácticamente todos en la banda tuvieron su época de traficantes. Después de sus conciertos siempre era un buen momento para sacarse un jugoso sobresueldo. Todo el dinero que no olieron ni por sus actuaciones ni por este disco. También era habitual que Morfi se metiera con todo dios, público incluido, acabando todo en trifulca y en una buena paliza para todos, él el primero.

Si a todo esto le añadimos las adicciones severas que se alojaron en el seno del grupo, con Morfi y Tío Modes en primera línea, tendremos el cóctel perfecto que explica que el grupo se desintegrara después de este primer disco sin perspectiva alguna más allá de un hedonismo y una desidia que no podía ser más criminal. La muerte fue el ingrediente que faltaba, cebándose con los miembros del grupo de una manera no por lógica menos trágica.

De todas formas, pensar en lo que podrían haber sido es totalmente futil. Porque no hay manera de predecirlo, pero sobre todo, porque de haber tenido otra personalidad, seguro que no hubieran tocado como lo hacían. Y seguro que hoy día no habría leyenda alguna que contar.

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