PROTO-PUNK. Estamos ante el cañonazo de salida de una de las bandas más importantes que haya dado el rock. Desde Detroit, territorio comanche, los MC5 graban este atentado sónico contra todo lo establecido en puro y duro directo, y con ello dan registro de salida al derecho universal a formar un grupo. Se toque mejor o peor, que estos sí que sabían, cualquiera debe poder dar salida a sus dolores ya sea gritándolos o escupiéndolos.
Los MC5 fueron un grupazo bestial, pero no solo fueron eso. Lo suyo con la música era pura simbiosis, pero no podemos olvidar su militancia, siempre al límite de lo correcto, sus lazos con los White Panthers o esa forma de vida comunal que bebía de un hippismo que a la vez se encargaban de dinamitar en cada concierto. Algo muy cercano al comunismo real, aun siendo más americanos que nadie. Lo suyo, más que un estilo, era una forma de vida, esta vez con todas las letras. Su hábitat natural, la electricidad desbocada, su credo: "dope, rock'n'roll, and fucking in the streets". Más claro el agua.
Con estos datos es fácil imaginar lo que contiene su debut, Kick Out the Jams, para mí el mejor disco en directo de la historia del rock. Un contenedor volcánico de rock 'n' roll crudo tocado con una rabia desconocida hasta entonces. The Sonics y demás salvajes benditos resuenan de alguna forma, pero los MC5 redoblan la apuesta aquí con una intensidad que se desborda en cada grito de Rob Tyner y en cada duelo de guitarras al rojo entre Fred "Sonic" Smith y el inimitable Wayne Kramer. Pura energía atómica.
Por si fuera poco, también dejan algo de espacio para la experimentación y se permiten el lujazo de acabar el disco con una estratosférica "Starship", adaptación bastarda de un iconoclasta como Sun Ra, que les sirve para marcar el camino a lo que acabaría siendo el noise rock con el que nos golpearían en la no wave y que después influiría en grupazos como Sonic Youth.
No está mal para acabar una obra maestra. Crean toda una conflagración que se consume entre los drones humeantes del tema final, agotado y jadeante hasta que sólo quedan las volutas que ascienden hacia el espacio exterior. Así se consuma la barbarie, así se destroza la psicodelia. Por los siglos de los siglos, AMÉN.
La revista Rolling Stone no acogió al disco con los brazos abiertos en el momento de su publicación. Lester Bangs, crítico del medio, lo llamó "ridículo, insufrible y pretencioso". Esta tasación ha variado enormemente y hoy en día copa las listas de los mejores discos de la historia.
"For my money, 'Kick Out the Jams' is one of the greatest records ever pressed. It is a magnificent time portal into the past, a fleeting glimpse of a band that actually had the balls to walk it like they talked it" and that "no live recording has captured the primal elements of rock more than the MC5's inaugural effort." (Adam Williams)
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