
En esta selección me he fijado no solo en Alemania, sino en países donde se emplea dicha lengua y que están por tanto en su misma órbita. Suiza y Austria también han sufrido mi escaneo salvaje, aunque no puedo decir que haya muchos de estos territorios entre los que han entrado en los diez primeros. Una tarea pendiente que surge de mi propio desconocimiento. Aun así, por mucho que me falten cientos o miles de álbumes por probar, creo que los que están son, como mínimo, un buen ejemplo de lo que se ha cocido en das Mutterland. Y tampoco importa tanto, cuando esta, como otras listas, va a estar en continua y permanente revisión. Gute Reise!
(Clic en las portadas para más información)
10 Desertshore (Nico, 1970)
9 Faust IV (Faust, 1973)
8 Kollaps (Einstürzende Neubauten, 1981)
7 Endless Summer (Fennesz, 2001)
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1 Die Mensch-Maschine (Kraftwerk, 1978)
Kraftwerk fueron unos pioneros y su obra aparentemente fría se ha alojado en los corazoncitos sensibles de melómanos de todo el mundo. Sin ellos no habría rap, ni techno, ni post-punk. Y si pueden hacerse acreedores del título de banda superinfluyente es gracias a su discografía primeriza. Entre ella destaca especialmente esta obra, una de sus gemas más pulidas, un disco referencial y totémico. Una obra de una belleza que no por calculada deja de ser más estremecedora.
Apenas unos meses después de entregar su obra maestra, Kraftwerk vuelven a impresionar con un nuevo brochazo en el lienzo de la eternidad. El rojo más absolutista domina una portada icónica y espectacular que hace justicia a unas piezas musicales que construyen un disco que siempre será el último grito. Y es que lo retro siempre estará de moda.
Todo el que se pirre por lo vintage entenderá perfectamente este disco. Sus sonidos de retrofuturismo nos trasladan a un espacio y un lugar irreal y terriblemente evocador. Al cine expresionista alemán, las distopías futuristas de finales del siglo XIX y principios del XX. Y el más moderno del grupo también lo adorará porque siempre va a sonar como grabado ayer. No deja de ser curioso que todavía hoy haya bandas y DJs que traten de imitar este sonido, algo muy complicado de conseguir empezando por el equipo utilizado. La magia que salía de estos sintetizadores primitivos es irreproducible por mucho que tengamos los emuladores digitales más avanzados. 
La belleza de estas piezas, además, va más allá de la técnica o la falta de ella. Tienen un corazón palpitante dentro de su carcasa metálica. Un toque humano que hace grandioso al título del álbum. Puede parecer sencillo pero capa tras capa, melodía tras ritmo, no deja de revelarnos sorpresas a cada nueva escucha. Esto es más que pop. Esto es lo que Mozart o Schubert harían de haber nacido en esta época.
... Y DIEZ MÁS
La lista se queda corta, muy corta. Por eso trataremos de paliar eso añadiendo diez referencias básicas para meterse de lleno en el espíritu teutón. Un espíritu en el que seguiré indagando y ahondando para hacer esta lista cada vez más rica y cercana a la potencia, el lirismo y el tremendismo de la mejor música alemana y de sus alrededores. Y ya sé que Nico, Kraftwerk, Can y alguno más han acabado dominando mis elecciones, pero créanme, por muchos discos de esos artistas que haya puesto, podría haber puesto alguno más.
Ah, no busquen jerarquías aquí. Nos ceñiremos al orden cronológico más neutro y crudo.
- Chelsea Girl (Nico, 1967)
 - Ege Bamyasi (Can, 1972)
 - Autobahn (Kraftwerk, 1974)
 - Computerwelt (Kraftwerk, 1981)
 - 1/2 Mensch (Einstürzende Neubauten 1985)
 
- Pleasure to Kill (Kreator, 1986)
 - Ute Lemper Sings Kurt Weill (Ute Lemper, 1988)
 - Mutter (Rammstein, 2001)
 - Alcachofa (Ricardo Villalobos, 2003)
 - 1992-2000 (Atari Teenage Riot, 2006)
 














 



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