The Stooges (The Stooges, 1969)
PROTO-PUNK. Casi en el cambio de década surgió un grupo llamado a cambiar la dirección del rock. Desde las entrañas ardorosas de Detroit, The Stooges se estrenan con una sacudida sónica que era mucho más que lo que contenían sus surcos. En los ecos de estos esputos con sobredosis de fuzz, se anuncia la defunción del sueño hippy.
Ya lo habían advertido antes The Doors, a los que Iggy Stooge - todavía no era 'Pop' - idolatraba. También la anfetamina eléctrica de The Velvet Underground - y John Cale produce el disco. Ambos serían los referentes más directos a partir de los que crear este maremágnum de guitarras inflamadas, solos a medio hacer que se alojan en el cerebro como una bala y la voz pegajosa y abandonada de un Iggy que creó escuela.
Los temas más cañeros se han hecho clásicos indiscutibles del rock 'n' roll. La violencia con la que te asaltan brutalidades como "1969", "I Wanna Be Your Dog", "No Fun" o "Real Cool Time" hizo de The Stooges punk avant la lettre, proto-punk si se prefiere, y la vigencia de toda esta electricidad aún hoy causa pavor. Pero, por si fuera poco con esto, sorprenden con la inclusión de dos temas más calmados en los que la tensión hierve sin llegar a estallar. Intrigantes y oscuros, "We Will Fall" y "Ann" son de lo más interesante del disco. En el primero, John Cale incluyó su expresiva viola hipnotizando en erupción fluida y prolongada.
En este disco fundacional, The Stooges son pioneros en una forma de hacer las cosas. Pasión sobre técnica, expresión sobre intelectualismo, abriendo camino y dando permiso al mundo para expresarse. El punk tomó el testigo y lo puso todo patas arriba con su "cualquiera puede hacerlo". The Stooges ya lo estaban diciendo bien clarito casi diez años antes.
★★★★★
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