viernes, 29 de enero de 2010

the smashing pumpkins: hammer of the gods (1)


Se hace difícil hacerse una idea ajustada de lo que son en realidad Smashing Pumpkins. A día de hoy cuesta defender algo de lo que hicieron y es imposible hablar bien de lo que han hecho recientemente. Habría que decir que recordando los orígenes y apoteosis del grupo esto es algo injusto. Y eso que no es que sea un fanático de ellos precisamente. Con lo que me gustaron y cómo arrastraron su nombre después de ese tour de force imposible que fue Mellon Collie & the Infinite Sadness (95). Pues hubo un tiempo en el que hacían rock del bueno. Cuando se preocupaban menos de lo que pensara la gente y de llegar a un público más amplio.

Entre 1991 y 1995 podríamos encuadrar la época dorada de un grupo que nunca ha ido de alternativo. Desde siempre han lanzado a los cuatro vientos su adoración por los clásicos y sus aspiraciones a llegar a ser una banda de estadio. Al final de esta época lo consiguieron. Y lo hicieron manteniendo a la crítica de su lado. Lo que vino después da penita recordarlo. Se metieron de lleno en la electrónica y sustituyeron guitarras por pianos. Podría haber salido bien, pero no, Billy Corgan puede aspirar a ser recordado como un compositor digno, no como el rey de la sutileza. No porque no sea sutil, sino porque cuando lo intenta se le suele ir la mano con el azúcar. Y pensar que el mismo que compuso "Disarm" o "Geek USA" también fuera padre de engendros como "Heavy Metal Machine" o "Appels + Oranjes". Es lo que tiene la fama. O se sabe llevar (que hay pocos), o se acaba como Kurt Cobain, o esto...

Gish (91) ***
Empezaron rockeando duro y oscuro en un disco que se alimenta de Black Sabbath y Led Zeppelin sin grandes ambiciones y ofreciendo el embrión de lo que sería "Disarm" en su último tema "Daydream".

Una canción: "I am One"

Siamese Dream (93) ****
Su disco más redondo y equilibrado. Se las arreglan para sonar a la vez épicos y oscuros. Sobresalen en los temas más agresivos y redondean baladas de órdago. Insuperable (para ellos).

Una canción: "Disarm"

Pisces Iscariot (94) ***1/2
Recopilatorio de rarezas y caras b de la primera época del grupo. Mucho más sustancioso de lo que parece a priori. Toda una sorpresa.

Una canción: "Pissant"

Mellon Collie and the Infinite Sadness (95) ***1/2
Obra mastodóntica en doble CD y triple vinilo que pretendía ser en palabras de Corgan el The Wall (Pink Floyd) de los 90. Sin entrar en comparaciones inútiles habría que decir que, sí, es demasiado largo, pero que se hace difícil quitar alguna canción en concreto. Aquí están los temas más fuertes que hayan escrito nunca conviviendo con suspiros dulcísimos de belleza ingrávida, naif y kitsch. Un pastelito sabroso y algo indigesto.

Una canción: elegiría "Zero" pero ya hemos dado buena cuenta de ella. Así que a día de hoy nombro a "Fuck You (An Ode to No One)" - por decir una.

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