The Rolling Stones
Londres, UK
Aunque parezca increíble, hay por ahí gente (ruín y miserable) que no adora a los Stones. Yo conozco algunos de ellos y no deja de extrañarme a pesar de que yo también era uno de los suyos hace unos años. Y es que si te dejas viciar por los últimos tiempos del grupo, la cosa no está para hacerle muchas fiestas. Lo que es peor, es fácil que evite que te aproximes a la primera época de la mejor banda de rock & roll del planeta. Así se definían (y se definen) ellos. ¿Con razón?
Siempre diré que los únicos Stones que merecen la pena se encuadran entre 1964 y 1974, y eso con todos los peros del mundo, porque los dos últimos discos de este espectro son algo cuestionables. A partir de ahí todo es un descenso en calidad, interés, provocación y vigencia. No habría más obras maestras después de Exile on Main St. (1972). Some Girls (1978) puede ser lo más parecido a una excepción a esto, pero en general tendríamos que conformarnos con algún que otro disco aceptable y un puñado de temazos de cuando en cuando.
Empezaremos este viaje por las procelosas aguas de esta banda mítica por el principio. Y de esos comienzos habría que decir varias cosas. En primer lugar, que son la prueba firme del amor del grupo por las músicas negras, con preferencia por el rock y el blues (tomaron su nombre de una canción de Muddy Waters) y con asaltos reiterados y letales al rhythm & blues, el country e incluso al soul. En otro orden de cosas, habría que atender al carácter de obras para foguearse y digerir enseñanzas que supusieron estos primeros discos entre el 64 y el 65. Todo esto se refleja en lo caótico de su producción primigenia donde entre las ediciones inglesa y americana y la repetición de temas e incluso de portadas entre discos se hace para el fanático completista una labor ardua e incluso titánica el organizar tamaño desaguisado. No importa. De lo que se trata aquí es de buscar un sonido que se nos muestra vibrante y engrasado y de intentar componer los primeros temas de un dúo, Jagger y Richards, que lo ha sido todo en esto del rock & roll.
Entre 1966 y 1967 los Stones se soltaron de la mano de sus mitos y empezaron a entregar obras firmadas íntegramente por ellos (bueno por Jagger & Richards en su mayor parte) en un viaje que ya desde el principio se antojaba sustancioso. Las entregas se empezaban a ordenar poco a poco minimizando al principio y eliminando al final las diferencias entre ediciones inglesa y americana. Una medida que ayudó sin duda a forjar la imagen del grupo de una forma más rotunda. Tampoco es que fueran estos años de innovación absoluta por su parte ya que en buena medida se limitaron a seguir los cantos de sirena que iban esparciendo aquí y allá The Beatles, The Beach Boys y demás camarilla que sacó discos de marcado carácter conceptual y psicodélico, pero los Stones, especializados en el oportunismo más carota, supieron sacar petróleo de todo eso.
Después de experimentar con las novedades coloristas de la época psicodélica, la banda regresó de cabeza a sonoridades más convencionales y poderosas. Entramos de lleno en la época dorada del grupo. Si a los Stones se les tiene el respeto y la reverencia que se les profesa en la actualidad, se debe en su práctica totalidad al puñado de joyas que esparcieron entre finales de los 60 y principios de los 70. Es su gran legado. El conjunto que va a sobrevivir por muchos años que pasen. Una auténtica gozada, un logro que no ha sido repetido en toda su historia y al que muy pocos pueden acercarse. La historia del rock & roll en cinco entregas. Mucho.
Después de esta etapa gloriosa todo iba a ser una cuesta abajo, poco pronunciada al principio y casi vertical en plenos 80. Habría momentos decentes, buenos e incluso geniales pero cada vez menos. Hoy en día ya sabemos lo que significa The Rolling Stones. Unas palabras que traen a la memoria un pasado dorado y unos conciertos presentes carísimos. Toda una empresa de la que viven cientos de personas. Antes habían sido otra cosa, pero es lo que pasa cuando se consigue todo en unos años. Que no queda nada ya.
DISCOGRAFÍA (MÁS O MENOS) SELECCIONADA
DE CINE
LOS 5 GRANDES
ARTISTAS RELACIONADOS
La influencia de los Stones se antoja incalculable. Hasta el punto de ser un icono de la cultura popular. Sería imposible glosar las bandas que han bebido de su vino de lilas o de la cantidad de artistas de los que han bebido ellos mismos. Todo el blues y el rock and roll primigenio podría ser un buen resumen para esto último. Por eso me limito a señalar a estos pocos artistas con los que tuvieron una relación más estrecha por diversas razones.
Muddy Waters
Que el blues ha permeado la música de los Stones desde los mismos cimientos es algo bien conocido. La pasión con la que Brian Jones compartía sus descubrimientos con los demás, el hecho de que el grupo germinara de un viaje en metro por parte de un Mick Jagger que cargaba con un vinilo de Muddy Waters, el cual llamó la atención de un tal Keith Richards... Todos estos detalles se explican y amplifican en su música con una contundencia fuera de toda duda.
Y luego está la anécdota más famosa. Esa que cuenta cómo le pusieron nombre al grupo a partir de la canción "Rollin' Stone" de Muddy Waters, algo lo suficientemente potente y cristalino como para explicarse por sí solo.
The Beatles
Los Stones dominaron la escena del Swinging London junto a The Beatles en una relación que mezclaba rivalidad y retroalimentación. Las malas lenguas afirman que su mánager, Andrew Loog Oldham, estaba obsesionado con que los Rolling debían ser el reverso negativo de los de Liverpool y así se lo hacía saber a todas horas. Él ha desmentido esto en numerosas ocasiones, aunque viendo los títulos de algunas canciones, el estilo musical que perseguían en cada momento e incluso algunas portadas, no parece descabellado que los londinenses estuvieran más que pendientes de los movimientos de sus rivales y amigos. Porque, eso sí, la relación entre ambas bandas siempre fue impecable.
Faces
Los Faces siempre han parecido beber del material que soltaban los Stones, aunque con su personalidad propia. Tampoco este detalle sería suficiente para relacionar a los dos grupos. Su conexión es mucho más clara si nos fijamos en el hecho de que el guitarrista principal de los primeros, Ronnie Wood, acabaría formando parte de los Rolling desde finales de los 70, convirtiéndose en pieza esencial de la banda desde el primer momento. Como si hubiera sido un premio por "regalarles" esa "It's Only Rock and Roll" cuando ni siquiera estaba en el grupo.
Gram Parsons
El ángel doliente de las alas rotas entabló una gran amistad con los Stones, sobre todo con Keith, con los cuales colaboró de manera decisiva en álbumes como Sticky Fingers (1971) o Exile on Main St. (1972). También tocó en el fatídico festival de Altamont con sus Flying Burrito Bros. y su influencia en la banda fue notoria tal y como puede apreciarse en los momentos más country rock de muchos de sus discos, los dos mencionados a la cabeza, pero sin olvidar piezas maestras desperdigadas por sus álbumes de los 70 y los 80.
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Sympathy for the Stones (A Satanic Tribute)
De un listado inmenso, casi infinito, de influenciados, colegas, inspiración para la propia banda y filias entrecruzadas sale este homenaje imperfecto y casi forzado, pero que no puede surgir de otro sitio que de la mente universal que han ido construyendo los de Ketih Richards. O los de Mick Jagger. Llámenlos como prefieran.
- Muddy Waters - "Rollin' Stone"
- Faces - "Miss Judy's Farm"
- Flamin' Groovies - "Have You Seen My Baby?"
- New York Dolls - "Personality Crisis"
- Gram Parsons - "Brass Buttons"
- Dead Boys - "Ain't It Fun"
- The Saints - "Messin' With the Kid"
- AC/DC - "Night Prowler"
- Guns N' Roses - "Dust N' Bones"
- The Black Crowes - "Twice As Hard"
- Primal Scream - "Movin' On Up"
- Motörhead - "Sympathy for the Devil"
UNA CANCIÓN (Y UNA LISTA DE REPRODUCCIÓN)
De entre todos los clásicos que han entregado, que no son pocos precisamente, siempre me he quedado sin dudarlo un instante con "Jumpin' Jack Flash". Será su insolencia, su indecencia o la adicción que me provoca su riff quebrantahuesos, pero no veo rival para una de las canciones de las que más tardaré en cansarme si es que lo hago alguna vez. No, eso no va a pasar. A esta me la llevo a la tumba.
Their Satanic Majesties (Playlist(s))
- (I Can Get No) Satisfaction // As Tears Go By
- Paint It Black // She's a Rainbow
- Jumpin' Jack Flash // No Expectations
- Sympathy for the Devil // Street Fighting Man
- Honky Tonk Women // You Can't Always Get What You Want
- Gimme Shelter // Midnight Rambler (live)
- Wild Horses // Brown Sugar
- Sister Morphine // Rip This Joint
- Sweet Virginia // Shine a Light
- Beast of Burden // Start Me Up
Pues nada, soy un ruín y un miserable :(
ResponderEliminarya lo sé... no entendéis de arte.
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